La película de la semana ha resultado el fiasco del año. “Rec 2”, la segunda parte de la aclamada película de zombis de Jaume Balagueró y Paco Plaza, ha perdido todas las virtudes de la primera entrega en su turbio propósito de ofrecernos pura exploitation de su propia marca.
El triste resultado: una película de zombis que, en su afán de explicar los enigmas de la primera, se transforma en una absurda película de poseídos, con exorcista incluido. En vez de seguir la lógica de la zombificación o de la infección, apuesta chapuceramente por la lógica del Vaticano hasta que, al final, rizando el rizo, hace un guiño alienígena…
La niña REC nos mira mal...
Esta es la razón de que la película carezca de guión coherente, no haya tensión creciente sino (supuestos) sustos, los interpretes sobreactúen, etc. El fresco realismo fake de “Rec 1” solo muta en una mediocre cinta de género, y lo que hubiera podido pasar por la digna variación de la peli-de-zombis-con- cámara-subjetiva, cambiando el modelo de reality show por el de videojuego (la intervención de los geos), pronto degenera en una ensalada de gritos, disparates y efectismos que ni da miedo ni interesa.
Lo único que pone los pelos de punta es la insistencia de la crítica casera en echar un capote crítico al estreno, cuando en los foros la decepción es masiva.
Una pena, porque no parecía tan difícil; nos quedaremos con el buen recuerdo de la primera, un balón de oxígeno al subgénero zombi.
Está visto que el terror a nivel estatal es flor de un día o cosa de la crisis…
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