La última película del polémico Roman Polanski es una comedia negrísima y divertida, basada en la obra de teatro homónima de Yasmina Reza (la autora de la célebre “Arte”).
Una obra de cámara que se desarrolla en un espacio único –un apartamento- y en tiempo real -80 minutos- con la precisión de un reloj…
La pelea entre dos adolescentes convoca a sus padres en una improvisada reunión para resolver civilizadamente el incidente, lo que desemboca en una delirante sesión de desenmascaramiento de convencionalismos e hipocresías sociales sobre la educación y la violencia.
Con un toque de comedia del absurdo y una referencia a “El ángel exterminador”, aunque el argumento no es de Polanski, la situación se resuelve siguiendo el mismo estilo de otros ataques a la burguesía típicos del director, como en “Cul-de-Sac”.
A pesar de que no ha perdido del todo su aroma teatral, esta película menor se sostiene por la aguda interpretación de soberbios actores como Kate Winslet, Christoph Waltz, Jodie Foster y John Reilly, capaces de dar, progresivamente, el justo toque malévolo e histriónico a sus respectivos roles.
Para los amantes del cine de Polanski y de las comedias de colmillo retorcido…
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