Lo más destacable de la función es el papelazo de Luis Tosar como portero perverso en un guión repleto de tensión, hasta tal punto que el espectador acaba identificado con él…
Para amantes del suspense extremo…
Lo mejor, la ambientación en paisajes nevados y unos bellos efectos especiales en una producción que por su contención no parece española…
Para los aficionados a la ciencia ficción inteligente…
No se puede negar que hay una excelente cantera de directores jóvenes, que mantienen el equilibrio entre el cine de autor y los subgéneros comerciales, capaces de sacarle partido a los actores nacionales y a bajos presupuestos… ¡Esperemos que no acaben adducidos por Hollywood!
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