Un obrero de vida aparentemente normal y feliz en la Norteamérica profunda se ve asaltado por terribles sueños y alucinaciones que profetizan la llegada de una tormenta devastadora, hasta el punto que se obsesiona con la construcción de un refugio subterráneo para proteger a su familia…
Este es el sencillo argumento da la perturbadora película de Jeff Nichols, que ha sido calificada como “cine apocalíptico de autor”. En la línea de “Melancolía” de Lars Von Trier, lo que en aquella era un planeta amenazador ahora es una tormenta bíblica -en una tierra asolada por tornados-, en realidad, metáforas de la definitiva crisis que viene…
El ritmo pausado y contemplativo de la película, que desarrolla lo que parece la neurosis del protagonista –interpretado por el inquietante rostro del actor Michael Shannon- convierte lo fantástico en pura cotidianeidad.
Lo mejor, la sostenida incertidumbre sobre la realidad de la amenaza que acaba interpelando sutilmente los miedos del espectador y que solo se descubre al final…
Para los aficionados al nuevo ‘fantástico indie’.
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