Celda 211: cine carcelario del bueno.
Por una vez y sin que sirva de precedente podemos alabar sin complejos una película española. “Celda 211” es un intenso drama carcelario dirigido por Daniel Monzón, que cuenta con un sólido guión, basado en la novela del periodista Francisco Pérez Gandul.
Hay que destacar especialmente el capítulo de las interpretaciones, especialmente al protagonista Luis Tosar en el papel de Malamadre -creíble y fascinante cabecilla del motín- sin que el novato Alberto Amman le vaya a la zaga. Igualmente destacable es su galería de secundarios auténticos -algunos presos- e incluso a un Resines soportable que no hace de Resines.
No se la pierdan, no es una película perfecta pero sí la mejor película española del año (quizá de muchos años) y una notable aportación al subgénero: violenta y contundente como un puñetazo.
Una película especialmente recomendable para los partidarios de la cárcel, del endurecimiento de penas o la cadena perpetua o cómo hasta un bendito se convierte en tiempo record en una fiera si es encerrado en una jaula y sometido al régimen FIES.
Ojala inventemos algún día algo distinto a la cárcel y la venganza para poder convivir… Esta película es un buen punto de partida y reflexión.
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