martes, 9 de junio de 2009

FAN, parte 2.


Juan y Blanca.

Festival de Anime de Navarra, en Iruñea. Parte 2.

“LA REALIDAD DE ESTA CIUDAD SE CONTAGIARÁ DE LA FANTASIA DEL MUNDO DEL ANIME”

Como cada año por primavera vuelve el FAN (Festival de Anime de Navarra), la cita de los aficionados al manga y el anime japonés. Del 11 al 14 de junio en el Planetario y los cines Golem, se presenta una selección de novedades cinematográficas y series de televisión, una serie de actividades como el cosplay (difraces) y una exposición del dibujante Katsuhiro Otomo, el padre de ‘Akira’.

Iñaki ARZOZ

Juan Zapater y Blanca Oria, una pareja/equipo de periodistas con dilatada experiencia en la producción cultural -desde la mítica revista de arte “Artyco” a sus cursos de cine europeo- llevan siete años organizando el FAN (http://www.fan09.com/), un festival centrado en la animación japonesa que se convierte por unos días en una ventana a otra cultura, todavía exótica, y al estilo de vida otaku, un exotismo cada vez más globalizado. La paradoja de que lo mejor de esta popular cultura visual no se exhiba más allá de festivales especializados, convierte al FAN en una gozosa singularidad en el panorama navarro. Responden a nuestra entrevista a dúo, como una entidad mutante, desde un cibercafé madrileño.


¿Qué es lo nadie debe perderse de FAN09?

En el capítulo de los estrenos de largometrajes hay un filme impresionante, inédito en las pantallas de todo el Estado, nos referimos a “The Sky Crawlers” de Mamoru Oshii. Se trata de una bella y compleja película, estrenada en el pasado Festival de Venecia, del autor de “Ghost in the shell” e “Innocence”, que merece ser vista en una pantalla de cine. También estamos muy orgullosos de poder contar con la proyección de todas las piezas de Freedom, un proyecto muy curioso y divertido en el que Katsuhiro Otomo ha participado de manera muy directa. Hay otras novedades abiertamente recomendables como “Evangelion 1.0” ó “El verano de Coo”…

Resulta curiosa la diferencia entre la animación occidental, cada vez más volcada en el desarrollo de la infografía 3-D, y la apuesta del anime por el dibujo artesanal o las mezclas. ¿A qué se debe este contraste?

Al mejor entendimiento de la naturaleza expresiva del dibujo y la línea, frente al hacer de la infografía en 3D, que trata de reproducir lo real. La capacidad sugeridora de una caricatura, con la que se puede perfilar los “humores del alma” o simplemente la naturaleza psicológica de los personajes, no es posible con el 3-D. Los japoneses, a menudo, se sirven del 3-D para reforzar la espectacularidad de los escenarios. Es decir, dejan para lo objetual el 3-D y para los sujetos echan mano del 2-D.
También influye el hecho de que la cultura japonesa, a diferencia de la occidental, no trata de reproducir lo real sino que lo representa, y de alguna forma lo ritualiza. No obstante, cada vez más se producen respuestas de todo tipo en otras geografías.


Por el perfil temático de las películas y series programadas, sorprenden, junto a las ficciones basadas en la mitología japonesa, las adaptaciones de viejos éxitos occidentales…

Lo que sorprende de verdad es que un pequeño país como Japón esté alimentando entre un 30% y un 40% de la superficie de las librerías especializadas en cómic y novelas gráficas de buena parte del mundo. En cuanto a los contenidos es realmente desconcertante el nivel de información y utilización de referentes mitológicos occidentales que van desde la Biblia a las leyendas artúricas, del mundo vikingo a las novelas de Víctor Hugo y Alejandro Dumas. Influyen dos cosas decisivas, el escaso valor que los japoneses dan a la supuesta originalidad de las historias y la fascinación que Japón muestra por la cultura europea; especialmente permeables son a la época victoriana, al arranque de la revolución industrial,...

¿Cómo valoráis la política de exhibición de los estudios de anime Ghibli, el ‘Disney/Pixar japonés’ -este año apenas nos ha llegado el “Ponyo” de Miyazaki- que margina los estrenos en Europa?

Los estudios japoneses ante el interés del mercado occidental, que a su vez engloba a decenas de países, eluden negociar de manera directa con cada estado para delegar la comercialización de sus productos fundamentalmente en norteamericanos y también en franceses y británicos. Eso conlleva que quede en manos de grandes compañías la distribución de buena parte del anime. Pese al prestigio que pueden tener autores como Miyazaki, es evidente que obras como “Ponyo…” no alcanzan ni de lejos las cifras de títulos como “Wall.E”, “Bolt”,... Así se crea una paradoja: si quien distribuye es una compañía pequeña cuida mucho el material pero no tiene capacidad de salir a las salas comerciales, y si es una gran multinacional lo relega a un segundo plano. Hoy por hoy, la salida natural del anime es el mercado del dvd, los festivales y las televisiones especializadas.


¿Frente a las subvenciones sistemáticas al cine español, por ejemplo, el anime japonés parece no tener remilgos en financiarse a través de la sponsorización privada y la propaganda (no) encubierta ?

Efectivamente y podemos quitar el paréntesis a eso de “no”. Por ejemplo, las OVA’s que componen “Freedom” han sido impulsadas por una marca de alimentación muy popular en Japón. El único requisito era introducir en cada episodio un momento en el que los protagonistas disfrutan comiendo la archiconocida sopa nipona. Hay que tener en cuenta que la buena salud del anime, del manga y de los videojuegos en Japón estriba en un hecho envidiable: cuenta con el público japonés. El consumo de estas manifestaciones culturales está autogestionado por su mercado interior y, a diferencia de la animación norteamericana tipo Disney, Tezuka y los pioneros del anime, con presupuestos infinitamente menores, ajustaron el sistema de producción a sus propios medios.

¿Qué destacarías de las otras actividades que complementan las proyecciones de este festival?

Hay muchas actividades paralelas. Se puede visitar una exposición en torno a Katsuhiro Otomo, el creador de Akira y responsable de parte del diseño visual de “Freedom”, a través de la que es posible rastrear todo su universo. Hay concursos, juegos, encuentros, dos conferencias muy atractivas sobre Osamu Tezuka y el mundo de los robots en el anime y especialmente ese ambiente que crean aficionados y curiosos. Por unos días, la realidad de esta ciudad se contagiará de la fantasía del mundo del anime.

¿Qué papel juegan las asociaciones del anime en el FAN y en la divulgación del anime?

Fundamental. Es el futuro y la garantía de que sobrevivirá a través del tiempo.

Hacéis con frecuencia viajes a Japón, ¿qué os fascina tanto de Japón y del anime, para montar cada año esta locura?

No hay una respuesta única, son muchas cosas. Pero todo converge en la actitud que la cultura japonesa demuestra ante el mundo del trabajo y la creación.

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