Black Sabbath 13.
Después de 35 años sin tener al pesetero OZZY en sus filas y
aprovechando una argucia empresarial rastrera (pobre Bill Ward), tenemos el
nuevo álbum de los míticos Sabbath.
No vamos a entrar en si este es un verdadero disco de
Sabbath, pero es lo más cerca que vamos a tener. El negocio manda y solo hay que ver el
resultado, nº1 en 50 países, incluido el catatónico estado español.
Analizando el disco, estamos ante lo esperado.
Un repaso a sus cuatro primeros discos, con mucho DOOM y
algo de jazz y psicodelia.
Esta bien, no suena mal, bueno al batería lo han puesto muy detrás
en la mezcla y OZZY suena más “real” que en sus aburridos e infantiles últimos discos
en solitario. El señorito Rubin puede descansar en paz.
Todas las canciones tienen buenos “riffs”, algunos bastante
reciclados, el bajo es de lo mejor y los textos escritos por Geezer giran básicamente
sobre la muerte. Seguro que la situación de Iommi tendrá algo que ver.
Pero se queda en eso, en un bien alto (fanáticos que somos)
y en un buen epitafio a la gran carrera de Iommi y compañía.
Pero tenemos poca aventura, investigación y sobre todo magia
en cada cambio, en cada riff, en cada frase croada por el señor Osbourne.
Aun así sigue siendo,
a pesar de los pesares el mejor disco de retorno de los últimos años.
Metallica? Megadeth? Maiden? Anthrax? Judas? Deep Purple? etc… todos olvidados por las arenas
del tiempo y del tedio. Quien ha escuchado LULU completo?
Hay que comprarlo? Si rotundo. Hay que amarlo? No clarísimo.
Nada habrá como los seis primeros discos de Sabbath. Ni como la época con Dio.
Ni con Gillan. Seguimos? Martin...uff!
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