El coreano Park Chan-wook salta el
charco y filma su primera producción norteamericana: una inquietante historia
familiar con su toque gore, que está llamada a convertirse en película de
culto.
Un guion que había circulado desde
hace años por Hollywood es aprovechado por el cineasta coreano para, bajo una
cuidada envoltura estética, darle su toque personal y filmar un alarde cine
perturbador. Como si al cine de suspense de Hitchcock –a ”La sombra de una
duda”- le hubieran dado una vuelta de tuerca oriental.
Sutilmente interpretada por la joven
Mia Wasikowska y perfectamente secundada por Matthew Goode y Nicole Kidman;
y con una perfecta puesta en escena,
fotografía y música, quedará en la retina del aficionado, destacando entre las
convencionales filmes del suspense.
Para los amantes del suspense y del
cine oriental.
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