“En la casa”, la película con la que
François Ozon ganó la última Concha de Oro del Festival de San Sebastián, es un
filme atípico y un punto perverso.
Parece una más de ese subgénero tan
francés ‘de películas de profesores’, como “La clase” o “Profesor Lazhar” (por
cierto, excelentes), pero pronto descubrimos que ese molde es una excusa.
La historia del profesor de
literatura amargado y el estudiante talentoso que planifican y escriben una
historia entre la realidad y la ficción desemboca en una tragicomedia sobre la
fascinación de la narración y, como diría Buñuel, sobre el discreto encanto de
la burguesía.
Entre medio este cuento inmoral
suelta sus dosis de veneno sobre la educación, el arte contemporáneo, la clase
media, etc.
A pesar de cierto aire teatral de la
película (basado en la obra de Juan Mayorga “El chico de la última fila”), está
interpretado con bastante gracia y precisión por veteranos como Fabrice
Luchini, Kristin Scott Thomas o Emmanuelle Seigner.
Para los amantes de las buenas
historias. Absténganse profesores y educadores varios…
No hay comentarios:
Publicar un comentario