Se ha suicidado, espectacularmente
(tirándose de un puente en Los Angeles, al parecer a causa de un tumor
cerebral), Tony Scott, cineasta de éxito –hermano de Ridley Scott- quizá el
mejor artesano de películas de acción de las dos últimas décadas.
En su filmografía se cuentan desde
taquillazos infumables como “Top Gun” a eficaces películas de acción como la
batalla de submarinos “Marea roja” o el thriller “Red de espías”.
Su característico estilo
videoclipero, influencia de su trabajo publicitario, tuvo una gran (y nefasta)
influencia en los jóvenes cineastas de Hollywood, pero solo él fue capaz de
elevarlo al paroxismo como en “El fuego de la venganza”.
Los cinéfilos lo recordarán por su
ópera prima vampírica “El ansia” y por la simpática “Amor a quemarropa”, basado
en un guion de Tarantino.
Descanse en paz.
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