Joe Wright ha filmado una pequeña película de acción, casi artesanal que, a pesar de utilizar el molde de un cuento -entre Blancanieves y Caperucita- no esconde una moraleja tradicional.
La historia de una niña educada para ser el soldado perfecto que realiza un viaje iniciático a la búsqueda de su identidad, se resuelve como una película de acción trepidante pero medida, en la línea de la serie Bourne.
La película parece una revisión, también con cierto aire de cómic, de Luc Besson, quien en “Nikita, dura de matar” y “Léon, el profesional”, ya explotó el contraste entre la gracia adolescente y la brutal eficacia de una asesina profesional.
Para los entusiastas de la acción inteligente.
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