La Plataforma Arte Contemporáneo Navarra nos hace llegar su nuevo texto para el debate:
La Plataforma Arte Contemporáneo Navarra nace a raíz de su manifiesto fundacional a principios de 2010 (http://www.laplataformadearte.com/). Al día de hoy es un colectivo plural, horizontal y participativo que cuenta con 280 adheridos y representa a una parte significativa de los creadores y gestores del arte contemporáneo de nuestra comunidad. Entre sus objetivos se hallan la normalización del sector, la gestión participativa de la cultura y el desarrollo de una política coherente sobre el arte contemporáneo. En esta primera etapa se ha dedicado a afianzar su cohesión interna y a preparar tres informes: una propuesta sobre el modelo de gestión del Centro de arte contemporáneo de Huarte, el proyecto de ArtLab o espacio de creación y difusión autogestionado por los artistas y un diagnóstico sobre la situación del arte contemporáneo en Navarra.
Hasta ahora la Plataforma deliberadamente ha mantenido un bajo perfil informativo para facilitar el diálogo con las instituciones. Pero creemos que, ante el reto del desarrollo del Plan de arte contemporáneo y otras infraestructuras culturales, ha llegado el momento de que tenga una presencia pública y una voz propia. Y esta voz ha de ser tan constructiva como crítica, para que el debate sea lo más rico posible.
En torno al “Plan global de fomento y desarrollo del arte contemporáneo en Navarra” el Gobierno foral ha formado una mesa de trabajo integrada por cargos institucionales y otros agentes culturales, a la cual la Plataforma ha sido invitada a participar. A pesar de nuestras reservas sobre la constitución y representatividad de la misma y su modo de funcionamiento, creemos que puede llegar a ser una iniciativa eficaz si se mantiene fiel a su objetivo de revisar y remodelar a fondo el Plan de arte contemporáneo y no únicamente a reorganizar infraestructuras. Necesitamos levantar entre todos un sector con graves carencias para que la cultura en Navarra se homologue con su entorno. No obstante, somos conscientes de que adaptar la cultura contemporánea a los modelos de gestión a menudo superados de las instituciones, va a requerir un gran esfuerzo de consenso y capacidad de imaginación. La clave para que este mesa de sus frutos es que no sea interrumpida por coyunturas electorales, siga abierta a la participación del sector y que cualquier gobierno asuma su existencia como un órgano permanente e independiente.
La candidatura de Pamplona a capital cultural europea en 2016 ha evidenciado las carencias antes mencionadas. La realidad es que Pamplona carece de infraestructuras específicas, criterios de gestión y de experiencia suficiente para aspirar a esta candidatura. Pese a los méritos parciales que el proyecto pudiera tener era un plan irregular cuyo desarrollo participativo, improvisado a última hora ante la urgencia de nutrirlo de contenidos, no alcanzó el nivel exigido en una carrera de gran nivel. Pero ahora lo importante es que se habla de que el proyecto, no sabemos en que medida, sigue adelante. No negamos que algunas de las iniciativas planteadas pudieran ser rescatadas y llevadas a cabo pero dudamos que -como señala el jurado de la candidatura- una ciudad sin un “Plan estratégico del conjunto del sector cultural” previo, pueda caminar por la vía correcta. Es preciso repensar la ciudad desde el ámbito de la cultura contemporánea en su toda su complejidad, más allá de sus limitados atractivos turísticos, para que Pamplona llegue a ser algún día, antes que capital cultural europea, una ciudad con vida cultural relevante, la ciudad con la cultura viva que merecen sus ciudadanos y ciudadanas.
El Centro de arte contemporáneo de Huarte ha tenido una breve y accidentada trayectoria, que no ha ayudado a la normalización del sector. En estos momentos se halla en manos de un patronato nombrado por el Gobierno de Navarra que va a abrir un concurso público para el cargo de director. Acertar a la hora de elegir un responsable con experiencia y capacidad de gestión en cultura contemporánea es fundamental, pero no lo es menos que este proceso sea público y transparente, de acuerdo con las buenas prácticas. Por otra parte, la Plataforma cree que un centro de estas características en la actualidad debe concebirse a partir de un proyecto de marcado carácter participativo, para el que ha propuesto específicamente la creación del ArtLab o laboratorio de las artes, como espacio de autogestión para los artistas. La redefinición del Centro de Huarte es asunto de vital importancia, cuya resolución no puede demorarse por más tiempo.
Finalmente, ante la crisis, el Gobierno de Navarra ha anunciado un severo recorte presupuestario del 21’74% para el área de cultura. Si se trata de que todos los sectores se aprieten el cinturón, parece incoherente que se emprenda la creación de infraestructuras tan onerosas para el erario público y de dudosa rentabilidad económica y utilidad cultural, como el Museo de los Sanfermines. Una vez más nos falta ese Plan estratégico de la cultura, que discrimine las prioridades reales y, sobre todo, que apueste por una gestión sostenible y verdaderamente participativa.
La situación de la cultura contemporánea en Navarra es francamente mejorable y esperamos que este reciente impulso institucional de las mesas sectoriales sea real, resolutivo y progresivo. En este sentido, resulta imprescindible realizar avances significativos para evitar tanto la resignación y el abandono como la diáspora de los creadores de Navarra.
Por ello, desde la Plataforma creemos que es igualmente decisiva la activación de todos sectores creativos de la sociedad civil, en su demanda de normalización pública y en su apuesta por la organización, la autonomía, la democratización y la dignificación profesional. En este aspecto hay un trabajo pendiente que hacer a través del diálogo y la alianza en red con todos los colectivos culturales.
Sirvan estos apuntes críticos como presentación formal de la Plataforma y declaración de intenciones. En un futuro inmediato esperamos seguir impulsando el debate público con nuevas intervenciones y actividades, que animen a los creadores y ciudadanos a participar por su cultura.
El futuro y el presente del arte contemporáneo en Navarra debe ser construido entre todos -instituciones, artistas y ciudadanos- si queremos resolver nuestras graves carencias y tener una proyección e implicación real en nuestra sociedad.
Plataforma Arte Contemporáneo Navarra
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