Alicia en el País de las maravillas: Burton a lo Disney.
La última película de Tim Burton es una personal revisión del mito literario de Alicia de Lewis Carroll, producida por Disney.
La historia, aunque utiliza los mismos personajes clásicos, no se corresponde con ninguna de las novelas, ni con “Alicia en el País de las Maravillas” ni con “Alicia a través del espejo”.
Es una suerte de tercer viaje iniciático de una Alicia al filo de la madurez, que gracias a su incursión en el universo de la fantasía de la infancia recupera su identidad y, rechazando un matrimonio concertado, se marcha a correr aventuras.
La revisión feminista del personaje está bien hilada, resulta políticamente correcta y al tiempo repleta de simbolismos. Burton incluso ha sabido embutir esta lectura en un argumento sencillo, lleno de extravagantes personajes como el sombrerero loco interpretado por Johnny Depp, que puede ser disfrutado como un cuento infantil.
Si a esto añadimos la característica perfección en el diseño estético en la producción de Burton, los efectos especiales y el inflado en 3-D, tenemos un taquillazo…
Para los aficionados al Burton más gótico y extravagante, sin embargo, esta Alicia nos sabe a operación Disney y a una cómoda deriva de un universo personal en mainstream palomitero de calidad…
En fin, otros ni si quiera saben hacerlo tan bien, y así son los riesgos de la madurez…
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